4 hace años que
Increíble velada que siempre quedará conmigo. Cogi...
Increíble velada que siempre quedará conmigo. Cogimos el menú Zen, y al final de la velada estábamos realmente en un estado de paz y serenidad. Además de los 11 platos se han traído tantas catas, todas increíbles, estimulantes, nunca predecibles, a veces divertidas, a veces reflexivas. Han surgido muchos recuerdos y ha vuelto un gran deseo de volver a la estufa. El servicio es impecable, muy preparado, joven, lleno de energía, dedicación, humildad. El chef Leeman también se acercó a la mesa para saludarnos y compartir sus opciones culinarias y filosóficas. Persona realmente interesante. Llegamos a las 8, y sin darnos cuenta eran las 11:30! Una velada encantadora e inolvidable. Solo atención: el menú no es vegano sino vegetariano lacto. Precio más que justo pero no para todos, pero venir aquí no puede ser la norma, sino un momento precioso para compartir con tus seres queridos.
Traducido