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Se puede decir que las personas que dirigen este l...
Se puede decir que las personas que dirigen este lugar son realmente apasionadas por lo que hacen, y esto se refleja en cada plato y bebida que se preparó. Todo tenía un sabor fresco y estaba hecho en casa, y es obvio que cada elemento del menú se preparó con ingredientes de la mejor calidad en mente.
Su nasi lemak estaba delicioso, y cada elemento del plato se complementaba bien, proporcionando el equilibrio perfecto en general. El pollo estaba tierno y jugoso, y la piel estaba crujiente sin ser demasiado grasosa. Los cacahuetes y los ikan billis estaban crujientes con la cantidad justa de salinidad, y el huevo estaba bien cocido (ni demasiado líquido, ni demasiado cocido y seco). El arroz unió el plato con su fragancia y textura suave. La guarnición de otak proporcionó la cantidad adecuada de picante, y los pequeños bocados de carne de pescado blanco proporcionan una prueba más de la alta calidad a la que se adhiere The Coconut club. Por último, los kuehs fueron una delicia, quizás uno de los mejores de Singapur; la textura era suave y consistente con la cantidad perfecta de dulzura.
Igualmente impresionante es el impecable servicio que brindaron. Fueron atentos y amables, y fueron muy generosos: le dieron a nuestra mesa algunos kuehs gratis, y nunca cobraron por el arroz extra que llevamos con las sobras. Además, se proporcionaron bebidas gratis para las personas que esperaban afuera para sus mesas. Tales gestos son muy útiles, y el hecho de que se esforzaron por hacer que la experiencia gastronómica del cliente fuera lo más agradable posible muestra su pasión por la comida y la culinaria, y que no solo están aquí tratando de ganar dinero.
El Coconut Club ha establecido el estándar de cómo deben ser la comida y el servicio en Singapur.
Traducido