Desde la bienvenida hasta el au revoir, esta fue s...
Desde la bienvenida hasta el au revoir, esta fue su propia experiencia por completo. Ojalá pudiera recordar el nombre del caballero que nos atendió la noche del 15 de junio. Fue reflexivo y realizó un seguimiento impecable.
La habitación era moderna y hermosa, sin dejar de honrar su rica historia.
La vista al patio desde nuestra habitación, el antiguo hospicio de esta ciudad.
Fue una experiencia, obsesionada y retorcida, pero también agraciada por medio milenio de cuidado y caridad.