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Annamaria Calabrese

4 hace años que

El cliente siempre tiene la razón ... hasta que ha...

El cliente siempre tiene la razón ... hasta que haya pagado la factura !!!

Conocimos a Ceramiche del Sempione porque eran los únicos distribuidores en el área de una conocida marca de parquet.
La recepción inicial y la disponibilidad nos convencieron entonces para comprarles, además del parquet, también todos los materiales para la renovación del baño.
Agradecemos la ayuda brindada en la elección de materiales así como en la realización de los planos de colocación tanto del parquet como del piso del baño y la disposición de los grifos.
En la fase de entrega hemos tenido varios inconvenientes tanto por la rotación de empleados que por motivos personales de los propietarios y esto ha afectado inevitablemente el tiempo de respuesta / entrega provocando retrasos en la obra.

A pesar de las penurias de las que nunca nos hemos quejado porque el sentido común nos ha llevado a entender las razones y justificar las carencias ... ¡¡a todos nos puede pasar un momento difícil !!
Es una lástima, sin embargo, que cuando se entregó la tapa de agua nos encontráramos ante el enésimo inconveniente que reveló la verdadera naturaleza de los propietarios.

La tapa de agua solicitada no era compatible con el tipo de inodoro proporcionado. Rápidamente telefoneamos a la tienda y en primera instancia respondimos que era el plomero quien quizás no había entendido cómo instalarlo. Luego grabamos un video para comprender mejor cuál era el problema y finalmente nos dimos cuenta del error cometido.
Nos dijeron que pedirían una nueva tapa de agua y que el error se debía a un error en el catálogo del proveedor.
Nosotros, armados como siempre de calma y paciencia, esperábamos confiadamente la llegada de la nueva cubierta de agua.
El día del retiro, encontramos que en realidad solo se proporcionaron bisagras de repuesto y que la cubierta de agua no debía ser reemplazada.
Es una pena que:
1. Al ser un paquete de unos 200 gramos de peso podrían haberlo enviado a nuestra dirección (vivimos en Milán)
2. Quien nos los dio no dio ninguna explicación al respecto, diciendo que deberíamos llamar a nuestro plomero y reemplazarlos.
Destaco que el paquete no tenía instrucciones de montaje.

Volvamos a casa y, siempre armados de calma y paciencia, intentemos entender cómo encajar las bisagras.
Es una lástima que el inodoro esté tapiado y que el reemplazo de las bisagras no fue trivial y podría requerir desmantelamiento.
Escribimos un correo electrónico a la tienda pidiendo explicaciones y recalcando que esto se debería a sus montones de gastos de fontanero (o enviar a su fontanero) vio que todo había sido provocado por su error.
La respuesta fue:
1. Un folleto con las instrucciones de montaje de las nuevas bisagras.
2. La sugerencia de armarnos de paciencia e intentar hacer el cambio porque al fin y al cabo no era muy complicado
3. El coste del fontanero (unos 150 euros) porque no era su responsabilidad proporcionar el recambio.

Después de haber recaudado unos 13.000 euros, ante un error NO cometido por nosotros, la respuesta fue: ¡Dispónganse solos o paguen al fontanero de nuevo!
Sí ... ¿qué le importaba ahora que ya habían cobrado la cuenta?

Ciertamente 150 euros no nos habrían empobrecido como tampoco los habrían enriquecido, pero evidentemente, en su opinión, el precio era demasiado alto para mantener una dignidad profesional ... aunque después de todo la palabra profesional y quizás incluso la palabra dignidad chocan. completamente en el contexto.

Una pésima experiencia que revela cómo: el cliente siempre tiene la razón ... ¡hasta que ha pagado la factura!

¡¡QUÉ ASCO!!

Traducido

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