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Alisa Shlyor Repaso de Hotel Budva
El camarero confundió el pedido. Luego trajo el sa...
El camarero confundió el pedido. Luego trajo el salmón a la parrilla que pedí a medio hornear. Durante la comida, el camarero no subió, no trajo especias (no se acostumbra agregar sal a los segundos platos durante la cocción en Montenegro), no sirvió servilletas (esto tampoco se acepta aquí, debe preguntar cada hora). En general, no es un restaurante, sino un completo malentendido. No lo recomendaría. Por cierto, el salmón pedido cuesta 19.
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