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Thomas Eddy

4 hace años que

No puedo imaginar otro lugar para una pequeña tera...

No puedo imaginar otro lugar para una pequeña terapia de compras. En esta ocasión, con la continua pandemia que se avecina, Stanford Shopping Center es ante todo un espacio al aire libre, que se presta a una mayor sensación de seguridad y facilidad de distanciamiento social. No puedo evitar sentir que su proximidad al Hospital de Stanford es una influencia positiva. De los otros compradores, solo vi a un individuo desenmascarado, revelando su verdadera identidad como Sloppy Sue (nombre aleatorio inespecífico). Pude satisfacer mi necesidad de dejar un poco de dinero en efectivo (en realidad una tarjeta de crédito, pero eso no suena tan elegante) sin que nadie invade mi espacio. El estacionamiento, por una vez, fue generoso. ¡Un gran sombrero para los jardineros expertos que hacen que todas las plantaciones muestren tapones! ¡Excelentes fotografías!

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