D

Daniela Padin

3 hace años que

La peor experiencia de mi vida.

La peor experiencia de mi vida.
Fui a la sala de obstetricia, embarazada de 12 semanas y perdida.
No sé lo que tuve que esperar, sé que fue suficiente, pero honestamente solo pensé en saber cómo estaba mi bebé.

Después de la ecografía que confirmó la peor noticia que esperaba. La obstetra (ojalá nadie más haya tenido la mala suerte de conocerla) me dijo sin motivo aparente: "no puedes pedir una ecografía cuando te apetece, qué cambiaste para enterarte de esto hoy o dentro de una semana si el resultado iba a ser el mismo ".
Estaba congelado. Sin decir "A". Traté de levantarme e irme porque en ese momento de vulnerabilidad no estaba preparada para recibir ese tipo de trato.
Mi novio trató de detenerme diciéndome que esperara a que él nos dijera lo que teníamos que hacer a partir de ese momento. A lo que respondió que nadie le dijo lo que tenía que hacer.
Insistió nuevamente diciéndole que por favor nos diga las instrucciones a seguir cómo debe y debe hacer cualquier profesional.
Entonces, no sabe por qué se sintió intimidada y amenazada con llamar a seguridad.
Rompí a llorar y comencé a explicarle que nadie la estaba amenazando, que estábamos aprendiendo las peores noticias de nuestras vidas y que simplemente necesitábamos saber cómo estaba pasando esto.
Cuando vio mi condición, aparentemente bajó un par de cambios y respondió "aquí viene cada uno ..." (como si eso fuera una razón para tratar mal a la gente).
Luego de esto comenzó a explicar los pasos a seguir como una carnicería, que lo que siguió se dio de forma natural, y que, (cita): "No es que las abuelas digan que el niño se va a pudrir por dentro" hacia (para ella) un feto, sino para mí, HIJO!
Siendo docente y trabajando con 25 niños de 3 años, me dijo que no era necesario descansar, que debía seguir con mi vida normal, que me iba mejor, porque el proceso iba a ser más rápido ... Claro ... divino es Mi estado emocional me puso frente a un grupo de niños de 3 años cuando lo único que quería era morir.

A partir de ahí, al día siguiente, con el descanso necesitaba recuperarme emocional y físicamente provisto por el profesor prestatario, donde, entre otras cosas, me decían, ¡no se puede ir a trabajar así! ... Terminé en la FUNDACIÓN HOSPITAL (el mejor lugar del mundo, con personal superhumano y contenedor) con una hemorragia terrible, unos dolores que me retorcían en la camilla, un legrado y un ingreso. Y todo empezó al mismo tiempo que supuestamente debería estar haciendo "mi vida normal".

Lamento mucho no haber denunciado a tiempo a esa carnicería, aunque obviamente nunca me dio su nombre ... pero se pudo haber hecho algo para que lo que me pasó a mí no le pasara a nadie más, ¡¡NUNCA !!

Traducido

Comentarios:

Sin comentarios