3 hace años que

Regresamos al pueblo medieval después de mucho tie...

Regresamos al pueblo medieval después de mucho tiempo, ya que íbamos en invierno mientras nevaba, pero esta vez todo fue maravilloso, nos hicieron sentarnos en el área al aire libre debajo del pórtico bajo las fragantes glicinas y con vista al Po, nos Pedí un sorbete de frambuesa orgánico (¡¡¡era el fin del mundo !!!) y una zanahoria centrifugada, melón, piña y jengibre ideal para quienes tienen intolerancias y son veganos. Obviamente un gran servicio, amables camareros.
Definitivamente lo recomiendo en días soleados donde poder relajarse es imprescindible.

Traducido

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