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Joel Lohrey

4 hace años que

Tuve la suerte de pasar dos noches con un traje ze...

Tuve la suerte de pasar dos noches con un traje zen. Después de una docena de viajes a París, no podía imaginar ningún otro lugar en el que preferiría quedarme.

La habitación era grande, elegante y muy cómoda. Lo más destacado fue poder recostarse en el "sofá" bajo el sol de la tarde y ver a la gente pasear por el canal.

El minibar, el iPad y el desayuno de cortesía son excelentes toques finales.

Traducido

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