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Joyce Stone

4 hace años que

La experiencia que tuvo mi Madre no fue nada buena...

La experiencia que tuvo mi Madre no fue nada buena. Llegué al Centro junto con el transporte para que se acomodara en su habitación. Esa fue mi primera decepción. La habitación no estaba preparada para su llegada y hubiera esperado que estuvieran más preparados para ella. Mi madre estaba allí para rehabilitación por una fractura de cadera. La habitación no tenía acceso para sillas de ruedas, andador o para discapacitados. Tuve que seguir preguntando hasta que trajeran todas las piezas necesarias a la habitación. Le pregunto a la CNA sobre cómo funcionaría la ayuda para llevarla al baño y con la cara arrugada su respuesta fue "eso podría ser un problema". Ella procedió a decir que podía conseguirle un "pañal". En ese momento me di cuenta de que teníamos un problema. Llamé a la trabajadora social de la instalación que ayudó a llevarla allí y esperaba que eso solucionara los problemas. Pero no fue así. Llegó un jueves y el lunes por la mañana nadie se había ofrecido a ayudarla a bañarse y la cama nunca estuvo hecha ni cambiada durante todo el tiempo que estuvo allí. La respuesta lenta o nula al tocar el timbre pidiendo ayuda hizo que se levantara sola en un andador y llegara al baño. (Ella tenía una restricción de peso para su cadera) y nadie parecía tener esa información del paciente o no le importaba. Me sorprende lo que dicen que el costo diario de esta instalación de rehabilitación se basa en la falta de atención que se brinda. Es una lástima total.
Lamento decir que la mala experiencia hizo que mi madre se retirara ese lunes y se fuera a casa con mi hermano. Ojalá la terapia le hubiera funcionado.

Traducido

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