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NaTalia Campillo
Repaso de Lola Madrid

4 hace años que

Nos encantó el lugar. Pequeño y acogedor, donde po...

Nos encantó el lugar. Pequeño y acogedor, donde poder cenar y charlar tranquilamente, sin prisas. Con sus velas en la mesa y sus jarrones de flores, ¡fresco!

La atención fue inmejorable tanto para la niña (no sé el nombre) que puso la mesa para nosotros, como para Jesús, que era consciente de que no nos faltaba nada.

El menú es diminuto, ninguno de esos con platos interminables con nombres muy largos que tardan más en leerse que en comer. Ideal para compartir platos y así degustarlo todo.
Las deliciosas croquetas. Se agradeció el detalle de poner dos para cada uno, (la ración son seis), así como unas anchoas, que quedaron espectaculares, y que no había para una ración completa, supongo, pero nos dio lo que les quedaba así para no guardar las ganas de probarlos.
Las albóndigas, no tengo palabras para describir lo deliciosas que estaban, no puedes evitar cortar el plato con un pan tierno y jugoso. Lo que más me sorprendió fue la cebolleta, creo recordar que fue, que acompañó a la pechuga de pato.
De postre una olla de helado de vainilla con trocitos de oreo y topins para acompañar y que si se te acaba, ¡no hay problema para poner más delicioso! El delicioso pastel de mascarpone.
Un 10 para el cocinero
La carta de vinos también es corta, pero tiene un poco de todo para elegir con la cena.
Es como comer en casa de la abuela, pero sin abuela.
Un lugar que definitivamente recomiendo para cenar muy cómodo.
Reitero gracias a Jesús por servirnos tan bien, por ser tan amable y por cambiarnos, sin problemas, la reserva que hicimos del 6 al 5.
Mis amigos venían de Bilbao y quería llevarlos a un buen sitio para cenar después del teatro, y nos encantó mucho.
¡¡Muchas gracias!!

Traducido

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