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La tradición cuando hablamos de restaurante es la ...

La tradición cuando hablamos de restaurante es la mejor carta de presentación. Si no solo hablamos de calidad, sino de historia, seguimos subiendo algunos pasos más. Sumamos personalidades de todo tipo, reyes, artistas poetas que desde el principio de sus días la han pisado y disfrutado de su incomparable horno. No por algo tiene el honor de ser el restaurante más antiguo del mundo, mantenerse en la cima y hacerlo sin perder su esencia e identidad merece su reconocimiento. Hoy lo voy a evaluar después de algunas visitas, celebrando que está de regreso, o más bien se queda donde debe estar, sirviendo a su afición. Un horno que no se ha apagado durante todo este trágico momento para mantener su calidad, que mantiene su esencia y que hace que las carnes se derritan en la boca, la piel del asado quede crujiente y el sabor perfecto. Un servicio a la altura de pocos lugares, donde lo principal es que te sientas cómodo, siendo parte de una familia a la que nos unimos sin poder evitarlo. Gracias por el esfuerzo empresarial que implica continuar pase lo que pase.

Traducido

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