R

Rebecca Pearce

4 hace años que

Estaba en una habitación llorando, mientras podía ...

Estaba en una habitación llorando, mientras podía oír a mi gato aullar de dolor en otra. Mientras tanto, me senté escuchando a los empleados bromear, reír y reír a carcajadas. No me dejaron estar con él, no me consolaron ni me ofrecieron ni siquiera un pañuelo de papel. Y lo que más les preocupa es, sobre todo, recibir su dinero por adelantado. Soy enfermera titulada y nunca en mi vida he visto la falta de compasión. Esto fue hace seis años, pero la experiencia de otro caballero lo trajo de vuelta. Sin embargo, estaba, y siempre estaré, agradecido con el Hospital Animal de North Asheville, que se hizo cargo del cuidado de mi gato y también de mí. Se merecen más de 5 estrellas.

Traducido

Comentarios:

Sin comentarios