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Luba K

4 hace años que

Llevamos a mi abuela a la sala de emergencias de M...

Llevamos a mi abuela a la sala de emergencias de Maimonedes después de que tuvo un mini accidente cerebrovascular. El personal realizó las exploraciones necesarias (rayos X, tomografía computarizada, resonancia magnética, electroencefalograma) y, con nuestro permiso, le colocó una sonda de alimentación a través de la nariz hasta el estómago para administrar medicamentos y alimentos. Se suponía que un terapeuta del habla debía realizar una prueba de deglución para ver si mi abuela podía tragar por sí misma antes de que le quitáramos el tubo de alimentación. Tres veces se negaron a realizarle la prueba a mi abuela y siguieron aconsejando que le pusieran una sonda de alimentación gástrica, una sonda que se inserta en el estómago a través del abdomen. No solo no se molestaron en realizar la prueba de deglución, sino que tampoco hablaron de las complicaciones del procedimiento de la sonda gástrica, una conversación especialmente necesaria porque mi abuela es diabética. Rechazamos la sonda gástrica. Mi abuela está ahora en casa, comiendo y bebiendo bien. Si usted o un ser querido terminan ingresados ​​en ese hospital, sepa que tiene derecho a rechazar los procedimientos. No permanezca allí más tiempo del absolutamente necesario. La única razón por la que el hospital recibe 2 estrellas es porque los técnicos de radiología y las enfermeras fueron amables.

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