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Gary Worden

3 hace años que

Tuve que dejar aquí a una damisela en apuros borra...

Tuve que dejar aquí a una damisela en apuros borracha. No pudimos atravesar la puerta, lo que al principio atribuí al borracho, pero al final fue uno de esos interruptores controlados por recepción en los que tienes que convencer al personal con expresiones faciales quejumbrosas de que eres legítimo. Al final estuvieron bien, aunque cuando se dieron cuenta de que tenía pocas opciones, me cobraron el mejor precio.

Al parecer, la habitación estaba helada, la calefacción no funcionaba y el desayuno era terrible. Ninguna buena acción queda impune, ¿eh?

Traducido

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